Este post es para dejar por cerrado este tema y contestar un par comentarios que me habéis hecho en una de las entradas anteriores.
Alejandro me pedía que hiciera cálculos con cifras superiores de facturación, con 80-100k, y aquí os dejo un cuadro donde podemos ver las opciones entre ser empleado en plantilla, freelance cotizando por lo mínimo y por lo máximo:
Explico lo que quiero decir con esas cifras y supuestos que tengo en cuenta a la hora de hacer los cálculos:
- Tengo en cuenta un 6,35% de coste de Seguridad Social a cargo del trabajador. No olvidemos que la empresa soportará un coste adicional (más de 14.600 €), pero para este caso no nos importa.
- El cálculo del IRPF que corresponde lo hago teniendo en cuenta únicamente esos ingresos y restando el gasto en Seguridad Social en cada uno de los casos. No tengo en cuenta ni datos de familiares, ni nada por el estilo y el porcentaje es el que sale de la Agencia Tributaria: https://www2.agenciatributaria.gob.es/wlpl/PRET-R190/index.zul
- Los cálculos de Seguridad Social los hago con los importes sobre las bases mínima y máxima que están vigentes a día de hoy.
- Resto del salario/factura los gastos en Seguridad Social e IRPF y obtengo la cantidad neta anual.
- Divido eso entre 12 y es la cantidad neta mensual, lo que es realmente tuyo.
- El IVA no aparece por ningún lado porque con el IVA actuamos simplemente como recolectores, no es dinero nuestro, se lo guardamos a Hacienda temporalmente.
- La cantidad mensual que recibiremos será siempre superior, ya que el pagador sólo está obligado a retenernos un 15% pero en la Renta tendremos que tributar por lo que nos quede pendiente.
Lo que podemos ver claramente es que la cantidad neta que vamos a tener como empleado es muy similar a la que tendríamos como freelance cotizando por el mínimo.
Si decidimos cotizar por el máximo, lo que estamos haciendo realmente es asumir nosotros ese coste adicional que correría a cargo de la empresa en caso de ser empleado, con el matiz de que luego las prestaciones y derechos no son exactamente iguales para alguien que cotiza por el régimen general que para un autónomo.
Conclusión: la cantidad anual a la que tienes que aspirar como freelance debería ser siempre sensiblemente superior a la que aceptarías como salario bruto como empleado.
Con ese plus deberías cubrir posibles contingencias (bajas, períodos sin facturar, etc…), prestaciones que no vas a tener (indemnización por despido, por ejemplo) y pensar en el futuro a base a aumentar tu cotización o inversiones adicionales (planes de pensiones, acciones, etc…) para poder sobrevivir cuando no generes ingresos y te dediques a la vida contemplativa.
Por otro lado, Javier me pregunta sobre cómo empezar como freelance, cómo captar clientes, lanzar acciones de marketing, etc…
Sobre cómo empezar, lo más habitual suele ser empezar a trabajar para un cliente que ya te conozca o incluso para tu propia empresa.
Si es un cliente, el cliente suele ahorrarse el coste adicional que añade la consultora a tus servicios profesionales y, mientras haya proyecto, todos contentos: el cliente paga menos y tú ganas más, por el mismo trabajo. Bueno, la consultora no tanto… 😉
Si trabajas para una consultora y cambias a modalidad freelance, el beneficio que sacan por ti es menor, pero disminuyen el riesgo. Mientras haya proyectos, ellos te pagan más pero en el momento en el que no haya o no les salga rentable te dicen adiós con coste cero.
Concretamente, lo que hace Javier es lo que dicen los expertos que se debe hacer: generar contenido para despertar interés en tus posibles clientes. Es lo que se denomina inbound marketing, aquí os dejo un enlace al respecto del tema: https://www.inboundcycle.com/inbound-marketing-que-es
Lo malo de esto es que no es algo inmediato y que, por supuesto, no hay una fórmula mágica. Aunque estoy seguro que podéis encontrar cientos de enlaces sobre maravillosos negocios online y métodos que os aseguran ganar mucho dinero en muy poco tiempo, la verdad es que no todo el monte es orégano.
Hay cosas que funcionan bien y cosas que funcionan menos bien. Hay negocios en los que toda esta estrategia tiene una aplicación clara y otras en las que lo veo menos.
Tengo pendiente escribir una entrada sobre esto ya que tengo en mente lanzar una nueva iniciativa y previamente he estado probando varias cosas.
En cualquier caso, si decides trabajar por tu cuenta y crees que puedes aportar un valor diferencial, hazte visible. No vale con que tú sepas que eres bueno o que lo sepan los 10-20 clientes con los que has trabajado, en el mundo hay miles de potenciales clientes y esos no van a ir a buscarte a tu casa.
Y, por supuesto, tampoco vale de nada que digas que eres bueno. Dí lo que haces o compártelo y los demás serán los que digan si eso que haces/compartes les aporta algo y están dispuestos a pagar por ello.
En definitiva, que si alguien piensa que por escribir un blog o tener más o menos seguidores en LinkedIn le van a llover los proyectos me temo que está un poco equivocado.
Entre otras cosas, porque ya sabemos que las empresas confían en empresas y las personas confían en personas.
Precisamente, esta semana comía con un buen amigo, que trabaja en un cliente que se está planteando el tema de la migración a S/4HANA y me estuvo consultando alguna cosa.
Le comenté que bajo mi punto de vista, había un déficit de conocimiento muy grande y que la gente no se estaba preocupando en invertir en formarse, para evitar hacer proyectos como los que hicimos hace 20 años… que, seamos sinceros, la mayoría muy bien hechos no estaban, ¿no?
Total, que le aclaré algunos conceptos básicos y nuestra charla terminó diciéndome: “bueno, y luego en el momento de sacar la oferta, ya te preguntaré, pero claro tendrá que ser a ‘los grandes’ “…
Claro, claro, no nos preocupemos en mandárselo a alguien que sepa del tema, se lo mandamos a los grandes, que ellos ya se encargarán de buscar gente que sepa de verdad… suponiendo que la encuentren 😉
Y con esto no quiero decir que “las grandes” no sepan, hay de todo, pero siempre tienen una capacidad muy inferior de entregar o producir que de vender, ya que suelen ser mundos paralelos.
Y esto mismo en una compañía más pequeña no suele pasar porque muchas veces el que participa en la venta termina participando en el proyecto y ya tendrá cuidado de no meterse en jardines.
Y si esto lo llevamos a nivel freelance esta debería ser una de las mayores ventajas que tiene trabajar así: tú decides en qué marrones te metes.
Javier también comenta el tema de trabajar en remoto y creo esto es fácil de conseguir con clientes que ya te conocen y saben cómo trabajas. Y con los que no te conocen suele ser cuestión de generar esa relación de confianza.
Si un cliente que sabe cómo trabajas contrata tus servicios y te obliga a estar encadenado a “su silla” deberías plantearte si ese cliente merece la pena.
Estamos en el siglo XXI, aunque algunos no se enteren y nos hagan fichar… 😉