Quiero ser freelance (y III)

Bien, una vez que tenemos claro que el dinero nos da igual y que no vamos a pensar en el futuro estamos en condiciones de ser freelance

No, no es exactamente eso lo que quería decir ayer ya que, por desgracia, las facturas no se pagan solas y lo vivir el presente sin pensar un poco más allá puede tener graves consecuencias.

Lo que quiero decir es que si piensas que siendo freelance vas a ganar mucho dinero puede que tengas razón pero te quedaría añadir la coletilla de “cuando lo ganes”… porque habrá meses que no ganes nada.

Y esto va relacionado con el siguiente punto, si en esos períodos en los que ingreso mucho me lo fundo todo, cuando lleguen las vacas flacas tendrás problemas.

“Ah, vale, entonces la cuestión es trabajar como un loco y estar todo el tiempo posible facturando”… tampoco. Tendrás problemas también.

Lo importante, como todo en la vida, es saber buscar el equilibrio, aunque te llevará un tiempo encontrarlo.

Lo normal es que los primeros meses/años no digas “no” a nada. Tu obsesión sea facturar todo lo que puedas, algo que a corto plazo te puede generar ingresos pero a la larga puede que sea perjudicial, entre otras cosas, para tu salud.

Aprender a decir que NO es una de las lecciones más importantes, aunque te llevará tu tiempo.

Y una vez aprendido eso, toca seguir aprendiendo, porque esto va de esto: aprendizaje continuo.

Si realmente quieres trabajar como freelance no tienes que ser el mejor, ni el más listo, tienes que aportar valor.

Y para eso tendrás que conocerte un poco y saber en qué eres bueno y en qué puedes ayudar a los demás, porque de eso se trata.

Que hay gente que piensa que por el hecho de ser freelance lo tiene que saber todo y no da nunca el paso.

O gente que por el hecho de contratar a un freelance este va a ser la solución a todos sus problemas.

Estamos hablando de ser freelance no de ser Spiderman…

Y también es cierto que para ser Spiderman hay que tener ciertas cualidades, no vale con ponerse un traje…

..que sé de algunos que hacen un curso de 2 semanas y ya están pensando en hacerse freelance para salvar el mundo.

Todo lleva su tiempo y tiene su período de maduración. Que eso de tirarse a la calle y empezar a trabajar a unas tarifas absurdas lo único que hace es devaluar tu trabajo y eso terminará siempre mal: el cliente no obtendrá el servicio que quiere, tú acabarás quemado, etc…

Muy bien, ¿pero cuál sería la tarifa más adecuada? Bueno, hace 6 años escribí también sobre todo esto y llegué a la conclusión de que la fórmula podría ser:

Salario anual deseado / 160

Siguiendo con el ejemplo de los 4.000 €/mes (curiosamente, en el artículo de hace 6 años utilicé la misma cifra), serían:

48.000 € / 160 = 300 €/jornada

La explicación de esos números la podéis ver en el artículo original: Freelance vs Empleado (y IV)

Y estaría hablando siempre de la tarifa mínima, a partir de ahí, lo que quieras/puedas.

¿Y cobrar menos? No te lo aconsejaría, aunque a veces las circunstancias mandan o simplemente tienes una estrategia a largo plazo en la que te puede compensar, pero estas cosas suelen ser cosas de superhéroes…

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