Tras unas semanas de vacaciones, volvemos al tajo con las pilas cargadas y lo primero que me gustaría hacer es dar un par de consejos para aquellos que se van ahora y quieren desconectar:
- Quita el correo electrónico del móvil. Y no vale lo de “lo leo, pero no lo contesto”… no, directamente, no lo recibas, no lo leas. La diferencia es importante, ya que el correo electrónico (del que he sido siempre un gran defensor) si no se sabe utilizar correctamente pasa de ser una herramienta productiva a justamente lo contrario, pudiendo incluso afectar a nuestra forma de respirar. Lee el siguiente artículo y piénsalo: “La apnea del e-mail. O el sorprendente impacto de las pantallas en nuestras vidas”.
- Entra en tu zona de confort. Estaréis hartos de oír aquello de que para poder crecer tienes que salir de tu zona de confort, buscar nuevos retos, pensar de forma distinta… algo en lo que estoy totalmente de acuerdo y sobre lo que escribiré en días posteriores, pero… no me vale para los días de descanso. En estos días, aconsejo justo lo contrario 😉
Evidentemente, para poder hacer esto, detrás tienes que tener un gran equipo que te permita desconectar y que todo siga funcionando, por si surgiera alguna eventualidad en este período… o realmente sigues creyendo que “¿Eres imprescindible?”
Para terminar y volviendo al tema del correo, unos números, en los 23 días que he estado sin mirar el mail:
- He recibido 1.583 correos, de los cuales 1.101 (69,55%) los puedo borrar directamente, quedando 482 (30,45%) por revisar.
- Es decir, que de 10 correos que recibo, 7 no valen directamente para nada.
- Si a los 482 que tengo que revisar le dedico 2 minutos a cada uno, tendré que utilizar 964 minutos, que son unas 16 horas. Es decir: 2 días de trabajo.
- Si hacemos una división sencilla, con estos datos, podemos llegar a la conclusión recibo unos 69 correos al día (incluyendo fines de semana), de los cuales realmente tendré que prestar atención a 21, pero los otros 48 los tendré que dedicar un tiempo mínimo para poder descartarlos.
- Supongamos que dedico 0,5 minutos a los que borro y 5 minutos (cifra más realista que los 2 minutos que utilicé antes) a los que tengo que responder, esto me da una cifra de unas 4 horas diarias dedicadas a gestionar el correo electrónico.
¿Esto es realmente productivo?
PD.- Disfrutad de las vacaciones 😉