Icono del sitio Antonio de Ancos Cid

Redes sociales corporativas

Es evidente, que tenemos que intentar racionalizar el uso del mail y muchas veces es por aquí  por donde aparece la necesidad de tener una red social corporativa, aunque si la utilizáramos únicamente para eso, estaríamos infrautilizando mucha de sus capacidades, como:

A la hora de elegir una red social corporativa  nos encontramos un abanico amplio de productos, con algunas características similares a todas y otras diferenciadores entre sí, pero que nos dan una funcionalidad muy similar.

Nosotros estamos evaluando estas 4 herramientas:

2 de ellas pertenecen al «mundo SAP» (StreamWork y Jam) directamente y las otras 2, aunque pueden tener algún tipo de integración, son de proveedores externos.

¿Con cuál me quedo? Con un poco de cada una… a día de hoy no hay una por la que me decante claramente, aunque terminaremos utilizando una de ellas como herramienta de comunicación interna de la compañía en breve.

(Si algo me ha enseñado el tiempo es que los procesos de decisión no deben ser eternos ni tienen porque ser irreversibles… eso sí, deben ejecutarse en un plazo razonable e irse optimizando con el tiempo).

En el caso concreto de una red social corporativa, creo que independientemente de la herramienta/plataforma elegida, hay un factor fundamental para que la implantación de la misma tenga sentido: «EL COMPROMISO».

Si los usuarios de la misma (aquí incluimos a directivos, mandos intermedios, empleados, becarios…) no se comprometen a utilizarla como punto de acceso único y centralizado a todos los procesos de comunicación interna, no hay nada que hacer… una red social sin contenido, no tiene sentido. ¿Para qué serviría Twitter si nadie «tuiteara»?

Y de forma paralela al concepto de compromiso tiene que haber una figura que sea «EL IMPULSOR». Independientemente de que la red social debe ser algo vivo, en el que todos seamos actores implicados y le demos sentido generando contenido, tiene que haber una figura que siente las bases para saber cómo organizar la información, crear los grupos de trabajo, establecer permisos de usuarios, configurar la disposición de la aplicación, explicar cómo se utiliza la herramienta… y este es un trabajo que requiere de su dedicación de tiempo muy importante. Al menos en la puesta en marcha, se supone que con el paso del tiempo todos seremos «impulsores», ya que habremos visto la utilidad de la red.

PD.- No busquéis en Infojobs ofertas de trabajo para «impulsores», casi mejor buscáis por «community managers»… 😉

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